La oposición, el gobierno y los jueces

Yo que no lamento nada de lo que le pase a De Juana, estoy convencido que de pronto se ha convertido en un preso político. ¡Y eso sí que no! Me explico
De Juana es una bestia que fue condenado por crímenes horribles. Se le juzgó y cumplió cona reglo a un código franquista hoy en desuso.
Pero cumplió... Si hubiera sido juzgado de acuerdo a los códigos democráticos el castigo sería mayor y no hubiera tenido derecho a a beneficios penitenciarios que le reconocía aquél.
Cuando está a punto de salir, la derecha arma la de dios...La opinión pública de este país es facilemenete manipulable con ciertos temas, y su sentido del derecho y de la justicia es absolutamente errática. Y se inventa nuevos delitos para mantener a De Juana en la trena. Es evidentemente un invento. Se le piden 99 años de carcel por publicar dos artículos en los que presuntamente se amenaza a no se sabe muy bien quién. Al final impera el "buen sentido" y se le piden "sólo" 12 años. Es una conclusión movida por motivos eclusivamente políticos. Y el gobierno cede. Y el ministrillo de justicia cede a lo que evidentemente es una injusticia y el fiscal general se convierte en un general de la injustica. los jueces a lo suyo.
La derecha gana, la justica pierde y los ciudadanos duermen tranquilos.
De Juana se pone en huelga de hambre. La derecha de mofa y habla de bocadillos de jamón y de lo gordito que está De Juana.
De Juana se puede morir.
Si eso pasa será otra bomba que ponga De Juana en la linea de flotaciónd este gobierno. Pero esta vez el gobierno se lo tiene merecido

De juana está mal...

... lamento decir que me alegro

Otra oportunidad

La política antiterrorista del Gobierno carece de dirección y los vericuetos de las aventuras de José Luis Rodríguez Zapatero promueven escenarios en los que el PP no acude a la manifestación de Madrid, Batasuna se siente satisfecho con la de Bilbao y el PSE-PSOE de Patxi López se encuentra perdido en el laberinto que él mismo ha creado.

El lunes próximo tiene el presidente una encrucijada que le puede apartar para siempre del liderazgo político o darle una nueva oportunidad de recuperarlo. Hay demasiados datos que invitan a pensar que el presidente no ha desistido de intentar esta negociación imposible. Muchos de sus colaboradores más cercanos han discutido con él para convencerle de que con esta ETA no hay posibilidad de entendimiento y que cualquier prolongación de esa ensoñación no hace sino reforzar a todo el conglomerado del terrorismo, en el que Batasuna, encima, pretende convertirse en adalid de la paz.

Solo una respuesta contundente y una propuesta precisa que no pueda desoírse por ningún grupo político, incluido el PP, podrán situar a José Luis Rodríguez Zapatero en la continuación de su carrera política. Si la formula en esos términos, el PP no podrá permanecer apartado del escenario de consenso, porque otra posición le resultará insoportable en un clima social que reclama unidad y firmeza contra el terrorismo.

Si la apuesta del presidente sigue basándose en su instinto político y en las promesas que formula con tanta ligereza, los restos de su prestigio personal se irán por el desagüe de una trayectoria en la que el estadista ha estado siempre sustituido por un político sin proyecto, que solo se ha fiado de su suerte. Cualquier ambigüedad con el terrorismo, ahora será la tumba política de quien la sostenga