9 dic 2012

Una pulga más al perro flaco



La auditoría externa encargada por el gobierno municipal de Mislata fija una deuda entorno a los 40 millones de euros a fecha de junio 2011.
Puede que  ya haya  aumentado considerablemente.

Veamos
Todos los años el Estado transfiere una cantidad de dinero como financiación a los presupuestos municipales. Esa cantidad ronda los 8 millones y pico de euros.
¿De qué depende esa cantidad? De los PGE y en concreto de las previsiones iniciales  de ingresos
 Si, al final del año,  los ingresos son menores de los inicialmente previstos, la entidad local debe devolver una cantidad proporcional al déficit habido.
De esa manera, en 2008, no se cumplieron las previsiones de ingreso y el ayuntamiento de Mislata debió devolver más de 800.000 euros.
En 2009, la devolución se cifró en 1.347.000 euros que habrá de devolverse prorrateando en los próximos (5?)  años. La deuda derivada de la devolución de esos dos años ya está contabilizada en los 40 millones mencionados.
En 2010, fue un año duro, pero la elevación de impuestos hecha a mitad de año (aquel fatídico mayo de 2010)  debió de amortiguar la caída de ingresos. ¿Cuánto ha de devolver el ayuntamiento  de Mislata del año 2010? Pues no lo sé (pero se puede saber, si se publicaran los presupuestos detallados de 2012).   Pero no ha de ser una cantidad muy considerable. Sin embargo es una pulga más sobre el perro flaco.
La devolución mollar debe ser la de 2011, porque la caída de ingresos a partir de la mitad de aquel año, provocó un déficit brutal que se llevó por delante el gobierno de ZP. ¿A cuánto puede ascender lo que haya de devolverse? Pues no lo sé, porque no se hicieron presupuestos en 2011 y no conozco cómo se cerró.
A pesar de que ZP hizo unos prepuestos restrictivos,  hay que estimarlo en al menos una cifra parecida al de 2009.
Esa devolución irá a incrementar la deuda.  Pero, si le sumamos la deuda del "pago a proveedores", la cosa tiene un aspecto muy feo.
 Sobre todo para cuando se acaben los años de carencia de los préstamos.
Y esto  se suma a todo lo demás. Que ya es, ya