23 jun 2014

Rebaja fiscal, no. Reforma, estúpido!



El gobierno nos ha endosado  lo que el mismo gobierno llama reforma fiscal.  Es una simple rebaja selectiva de impuestos. Después de haberlos subido todos, y cuando se acerca a varios procesos electorales, Rajoy trata de mejorar las expectativas  electorales de su partido.

La hacienda pública no está para bromas. Bajar por valor de 10.000 millones cuando se han incrementado 30.000  en las espaldas de los asalariados, suena  broma. Hacer que tributen las indemnizaciones por despido como si fueran rentas del trabajo es otra broma; y pesada. 
No se precisa que se bajen impuestos. Lo que el país necesita, sin duda, es una reforma fiscal profunda, duradera y eficiente. Una reforma que haga más real el principio constitucional de justicia y progresividad  en la tributación. Actualmente, el 90% de la recaudación procede de las rentas del trabajo de las capas medias y bajas por la vía del IRPF, IVA e impuestos especiales.  Sólo el 10% lo aportan los contribuyentes más ricos a través de las rentas del capital y las sociedades.
Es imprescindible equilibrar la situación. Y sólo se puede hacer, cabalmente, si se logra que
  • ·         paguen quienes no pagan y deben pagar
  • ·         paguen más, o mucho más, los que más tienen 
  • ·         combatir el fraude fiscal que se estima unos 19 punto de PIB.
La reforma exige medidas concretas, de eficacia probada y de implantación fácil e inmediata. Por otra parte se precisa una simplificación del sistema fiscal que limite la elusion fiscal que, por razones obvias, se localiza en las rentas altas y en el impuesto de sociedades..

Medidas concretas, sí. Pero... qué medidas.  He aquí algunas.

1.- Unificar en un único impuesto las rentas del trabajo y del patrimonio.
 Cada año se pagará este impuesto por la rentabilidad de toda la riqueza patrimonial de un contribuyente. Tanto si es mobiliario (depósitos, acciones,..) como inmobiliaria (casas, solares, terrenos...) Y  con independencia de dónde esté invertida (sociedades instrumentales, fondos, SICAvs, planes de pensiones y de previsión social...)

2.- Igualar los tipos impositivos de las rentas del trabajo y el capital.

3.- Eliminar o revisar deducciones fiscales regresivas del IRPF.
Un ejemplo son las reducciones fiscales  por inversión en planes de pensiones. Los contribuyentes con rentas  altas o muy altas tienen reducciones del orden de 9000 euros, mientras que la media es de unos 1300 euros.

4.- Gravar con IVA las actividades de la sanidad privada y de la educación no concertada.

5.- Eliminar deducciones del impuesto de sociedades
Reducir y simplificar una normativa que tiene tanta letra pequeña que es el paraiso de los gabinetes jurídicos especializados en la elusión fiscal.  

6.- Mayor contribución del sector financiero
Se necesitan, al menos, dos nuevos impuestos.
  • ·         Uno que grave el pasivo de las entidades (neto de capital y depósitos)  y
  • ·         Otro (y muy importante) que grave los bonus y las retribuciones variables.

7.- Otras medidas
a) Imponer en todas las comunidades autónomas un mínimo para el impuesto de s sucesiones y donaciones
b) Resituar en el tipos de IVA reducidos las actividades culturales, y los productos  alimentarios y sanitarios de primera necesidad.
c) Eliminar el régimen de estimación objetiva singular para las actividades económicas.
d) Estimular fiscalmente un limitado ahorro a largo plazo que tenga  carácter finalista  (autoempleo, estudios, desempleo...)

8.- Medidas represivas
a) Retirada de licencia bancaria a entidades que colaboren al fraude fiscal o se nieguen a colaborar con la hacienda pública.
b) Reforzar de manera muy importante los recuros humanos y materiales de lucha contra el fraude, situando en las grandes empresas la inspección fiscal permanente.
c) Control de las SICAV por la Agencia Tributaria