El congresillo de Valencia, que elige delegados al 38
Congreso del PSOE, se salda con la “esperada”
sorpresa de siempre. Las caras eternas y las neoeternas, las viejas glorias y las neoviejas, han
vuelto a protagonizar su eterna estrofa de nada.La candidatura encabezada por Orengo y Calabuig , entre los que se inserta un sorprendente
Manuel Mata, ha ganado el congreso. Sus 25 delegados son una miscelánea infumable y desvergonzada
que es apoyada por lermistas y neolermistas -¡qué demonios quiere decir “neo”
precediendo a “lermistas”!- y por
ciprianistas de siempre -¡éstos no se
han colocado el prefijo por pura vergüenza y porque estaban haciendo lo de siempre:
arrimando el ascua al chiringuito!
La lista
ganadora la completaron la alegre y confiada -¡ también eterna!- gente
de IS, reunidos ahora en la
teologal “esperanza socialista”. Tampoco
se han colocado el “neo” porque siempre han presumido que IS y “neo” es lo mismo. Ahora se ve que no, pero esa es
otra historia.
Alguno de los congresistas electos ha proclamado su voto
favorable a Chacón. Hará bien CC en
contar con su voto pero hará mal en contar con los 25: entre sus valedores se
encuentran gentes que sólo han interpretado bien un único papel en su vida política: llegar los
primeros para socorrer al triunfador. Si
se huelen que el triunfador es RB, harán
que su victoria sea arrolladora. Sin rubor y… ¡con dos!
Un par más concurrían en competencia con la candidatura de los de siempre. Y con suerte bien distinta. Francesc Romeu
consiguió superar la barrera del 20% y lleva 9 delegados al Congreso de
Sevilla. Este resultado prueba que sus aspiraciones a la secretaría general de
PSPV pudieran ser algo más que una quimera, a poco que le acompañe el resultado de
Sevilla porque su opción sólo puede ser una. Habrá que hablar de ello otro día.
Jorge Alarte debería
sentirse definitivamente derrotado. El muy insuficiente 35% de los votos le deja
a él y a los suyos al borde del
precipicio. La suerte que haya de correr
en el futuro inmediato está en manos de sus (¡hoy!) adversarios y antes aliados.
Por otra parte su opción en Sevilla sólo
puede ser Rubalcaba. Y así atesora dos esperanzas. Una la cifra en que el ex vicepresidente salga del 38 Congreso sentado
en la jefatura del PSOE. Sin embargo, RB no se sentirá cómodo apoyándose en un
( otra vez neo) perdedor. Y mucho más sabiendo que Romeu es una
alternativa sin hipotecas.
La otra esperanza de Alarte se resume en una posibilidad
nada improbable: que las caras eternas y las neoeternas vuelvan a interpretar su eterna estrofa de
nada y, nuevamente, nos den una “esperada” sorpresa. Si así
fuera, y no es imposible que sea, nos vamos a solazar viendo como muchos de IS regresan a sus cuarteles de la Plaza de los
Patos. Y unos pocos se transforman en
neopijos.
He estado estúpidamente ocupado. O, al menos, eso me
pareció. Y he sido doblemente estúpido
por creer que podía esperar hasta
ahora mi modesto adiós a Lynn Margulis.
Ha fallecido a los 73 años una de las figuras más
importantes de la ciencia contemporánea,
una mujer (no me perdonaría que no
resaltara el género) que contribuyó a
desvelar un salto evolutivo trascendental
para la vida en este planeta: la aparición de células eucariotas gracias a la
cooperación y las relaciones simbióticas de entidades simples. Acabó, así y de forma definitiva, con una visión
estereotipada y falsa del hecho evolutivo como resultado únicamente de la pugna desigual entre débiles
y fuertes, de la consecuencia de una naturaleza despiadada de sangre en dientes
y garras.
A los 16 años se matriculó en la Universidad de Chicago donde se licenció, cuatro años más tarde, adquiriendo según ella
misma dijo un título, un marido fugaz, el
astrofísico Carl Sagan, con el que tuvo un hijo y un brillante colaborador, y, sobre todo
el escepticismo crítico. Tempranamente
se instaló en la incomodidad de criticar
y dudar de todo, algo que tampoco hubiera incomodado a K. Marx pero que resulta excesivamente
audaz para muchos marxistas.
Fue brillante y polémica, con una especial habilidad para provocar y sacar
de quicio a sus colegas, genetistas,
ecólogos, neodarwinistas, químicos y en fin, a todos los que trataban sobre lo
vivo y su origen. Apoyó decididamente la idea de Gaia de J. Lovelock que algunos “puros” calificaron de
mística.
Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados
Unidos y de la Academia Rusa de las Ciencias. Doctora honoris causa por numerosas
universidades y, afortunadamente, también
por las Autónomas de Madrid y Barcelona,
por la de Vigo y Valencia. Visitó
numerosas veces este país, donde desarrolló una intensa labor científica y
docente, no en balde conocía el español a la perfección.
Lynn Margulis es un espejo
enorme donde los jóvenes
investigadores pueden verse de cuerpo entero. De ella aprenderán, además de la
tenacidad y la audacia especulativa, que los dogmas quizá funcionen en las
religiones, pero no tienen sitio en la ciencia.
Ya sé que me pongo pesado, que este tema es poco atractivo, que importa una mierda lo que yo opine y que,
desde el 20 de noviembre, es más
irrelevante que nunca cómo zanjemos esta
cuestión. Pero para apurar mis desvelos,
y dejando aparte, cielos, la osadía de opinar
a despecho de su poco interés, les voy a
dar la brasa. Y no será la última vez. Todavía quedan dos más. Se siente
Verán. Para desacreditar la candidatura de A. Pérez Rubalcaba a la Secretaría General del PSOE se
alegan tres tipos de razones:
Que estuvo en el gobierno de ZP y es
corresponsable de sus fracasos
Que es mayor (tiene 61 años) y pertenece a
la “vieja guardia”
Que perdió unas elecciones
Los que apoyan a
C. Chacón, si finalmente presenta su candidatura, deberían, en coherencia, pretender que su candidata no es rea de ninguno de tales pecados. Y eso es lo que se quiere colar de matute. El argumentario, como se verá, se mueve entre la zafiedad y el doble rasero, pasando por las majaderías del pensamiento simple. Pero vayamos por partes. Esta es la primera
Hablemos de presencias en el gobierno.
Sí, Rubalcaba (RB) estuvo en el gobierno. Estuvo y, mientras estuvo, se notó. No perderé mucho tiempo en hacer
memoria de su paso por Interior. Los datos de seguridad ciudadana, de tráfico,
de lucha contra las mafias,… son conocidos o fácilmente asequibles. Pero es inevitable glosar lo que, por sabido,
no se puede soslayar. Soy de los que
opinan que la historia, seguramente, no será absolutamente amable con Zapatero, sin embargo reconocerá que a su gobierno hay que atribuir el haber
protagonizado la derrota de ETA y el fin
del terrorismo en el País Vasco. Y
habrá de constatar, al tiempo, que el proceso fue diseñado, dirigido y
culminado por su ministro de Interior.
Esta primera razón hace poco favor a Carmen Chacón (CC). Me atrevo
a decir que Chacón pierde por goleada. Porque, aunque no lo parezca ahora, también
ella estuvo en el gobierno de ZP. ¡Y en dos ministerios nada menos! Fue ministra
de Vivienda durante casi un año. Pero ese tiempo no era un tiempo
cualquiera; fueron los meses que median entre julio de 2007 y abril 2008. Los
meses en que la burbuja inmobiliaria de nuestros pecados estaba en “todo lo suyo” y la compañera
Chacón no quería saber nada de la que se estaba montando. A pesar de que para
nadie era un secreto que había que parar aquella locura, Chacón acaba
una entrevista de esta manera,
cuando se le interroga por el problema que acabaría arrasando la economía española.
Chacón salió del gobierno, al tiempo que ZP, siendo su última ministra de Defensa. Aquí su gestión estuvo
condicionada por el cultivo de una
imagen alentada y lanzada desde su
propia casa. Se le recuerda el
inolvidable “capitán mande firmes” y
poco más, sus ruedas de prensa fueron escasas, cuando las hubo fueron fugaces y,
naturalmente, sin preguntas. Todo
milimétricamente estudiado. Con todo tuvo tiempo de hacer honor a su
experiencia en el anterior ministerio; tuvo tiempo de
meter la pata . Y para rematar la
faena, cuando ya Rubalcaba no estaba en el gobierno, tuvo a bien el hacerle
este “inmenso favor “ al candidato
socialista. En plena campaña, y sin
encomendarse más que a Zapatero, convirtió Rota en parte del Escudo Antimisiles.
Tiene amigos
poderosos , algunos obvios
(lo digo, naturalmente, por el medio) y otros
– y esta vez no lo digo por el medio-
capaces de romper con una biografía de seny y buena educación para reforzar con el insulto
sus pobres argumentos ad causam. Pero
lo más sorprendente (¡o no!) es que tiene apoyos en todas partes, incluso entre quienes podrían
encontrarse poco cómoda. Aunque -¡claro!- si
la dicha es buena…
Carmen Chacón ha firmado un manifiesto (su manifiesto). El juicio que me merece lo tengo
escrito . En ese documento Chacón, cae en el nuevo mantra, y pide primarias. Lo que no deja de ser sorprendente
porque Chacón tiene
declarado, casi entre sollozos, que las primarias pueden acarrear la división
dentro del PSOE. Aquí está:
... y de responsabilidad política
Rubalcaba como corresponsable de los todos
fracasos del gobierno es un argumento
muy utilizado por del PP. Y por la extrema derecha, aunque por razones
incluso atávicas. Pero, no deroga el
argumento quién lo utiliza, sino el hecho de que su validez no es indiscutible, a pesar que el propio Rubalcaba admite responsabilidad.
Como se trata de comparar RB y CC no entraré en ello.
Constataré
simplemente que ni Chacón se hace cargo de nada, ni nadie se lo reprocha. Su Mucho
PSOE por Hacer es un monumento al descaro ¿Alguien ha oído a Chacón un comentario crítico con la política de su
gobierno mientras estuvo allí? Todo lo contrario,
su apoyo entusiasta a todas las
ocurrencias de quien le hacía progresar era una razón (¡otra más! ) de su carrera fulgurante. Chacón – dirigente del PSC, un partido
federado con el PSOE- y el ministro
Caamaño - ¡otro “máquina” de cuidado!-,
son un pelín más responsables que los
demás de uno de los fiascos que, con la crisis, condujeron a hacer perder más
votantes al PSOE: su descabellada política territorial. Sólo hace falta leer
la parte final de esto o verla escurrir
el bulto así. Que se presente ahora
como crítica con las políticas de ZP creo que es una
ofensa a la inteligencia y a la memoria de mucha gente. Y a la mía que , aunque suficiente, ya me va faltando.