6 jul 2014

Votar con mente libre. Libremente



El próximo domingo nada va a impedir que votes lo que te dé la gana para elegir al nuevo Secretario General. En esta organización es así. Además, ya no estás firmando ese aval que te pidió alguien. Como la inmensa mayoría has avalado libremente al que te petó. Y  le avalaste por razones que sólo tú conoces, por más que hayas hablado del tema con otras compañeras y compañeros .
Hay, no obstante,  una cosa que te ha llamado la atención:  la "geografía" de los avales; su distribución ha sido bien curiosa.  Y también es notable  la opción de algunos barones; sencillamente, desconcertante. ¿Cómo es posible que un candidato haya sido avalado por, quien era ayer,  "su enemigo íntimo". Y qué me dices de la prensa. Todas las cabeceras, desde El Pais a El Mundo, todas las televisones generalistas y el TDTParty parece coincidir en que el ganador será uno. Los otros no cuentan. Se verá.
 Pero, qué coño, ¡pelillos a la mar! Sólo queda votar y contar.   Ahora sólo esperas que gane tu candidato. Bueno lo sabremos el próximo domingo.  Pero gane el que gane, será nuestro nuevo Secretario General, y tú serás un apoyo más  a partir de entonces.

Sin embargo tu y yo sabemos que puede haber compañeros que no lo tengan tan fácil. Sobre todo si son militantes en agrupaciones medianas y pequeñas. Tú y yo sabemos, para decirlo de una vez,  que hay votos cautivos.  Hemos conocido algún caso, sabemos de alguien a quien, alguna vez, algún miserable le ha pasado una factura. Y hemos conocido a alguno a quien le han pasado la misma factura muchas veces; y ésta será una más. Es horroroso pero puede pasar. Tú y yo sabemos que el miserable tratará de confirmar que el voto cautivo ha votado en la dirección indicada.
 ¿Qué  puede hacer frente a quienes tratan de condicionarle el voto?
 Díselo tú. Yo me irrito y no puedo garantizar llegar al final tranquilamente.
Veamos:
En las agrupaciones que sean centro de votación, las urnas estarán  alejadas  del lugar donde están las papeletas. El  lugar debe ser visible para los interventores y  permitir el necesario aislamiento e intimidad que impida el acceso al sentido de tu voto. Si esas condiciones no se dan es porque los "interventores" de los candidatos no han hecho bien su trabajo. Asegúrate de que todo está correcto. Si no fuera así, pídele a alguien que no esté "hipotecado" que lo exija, y que mientras tanto no prosiga la votación. cabe la posibilidad de que no le hagan caso, pero se armará un buen follón.
La votación estará abierta muchas horas, así que se darán todas las situaciones imaginables.  Pero, es más que posible que el miserable este "a pie de urna" todo el puñetero día. O esté en la puerta "esperándote" para recordarte la hipoteca. Procura ir a votar cuando haya más compañeros votando. Haz cola si fuera necesario.
Acércate a la mesa sin permitir que el miserable se te acerque.
Si vas en un  momento en el que hay poca gente, procura llevar el sobre de votación de casa. Pero no vayas directamente a las urnas. El miserable es un tipo muy suspicaz y pensará que "se la vas a jugar" .  Entra en la cabina  y haz tu elección libremente.  Y, además,   coge la papeleta del candidato a quien esperan  que votes y guárdatela en el bolsillo; retira también un sobre. Hay razones, improbables quizá,  para que lo hagas así.
Si estás en el recuento  cuando se den los resultados  y/o si gana tu candidato y pierde el  del miserable, salúdale brevemente. Compadécele pero que no se te note la peineta que le estás haciendo por dentro.
Se lo tiene merecido, joder!

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