He leído todo lo que he podido sobre el Comité Federal de
hoy, 30 de mayo.
He leído lo que se conoce de las intervenciones y las
resoluciones.
De las intervenciones me quedo con dos: Una) la que, a mi
juicio, mejor interpreta mi posición, la
de Edu Madina. La tenéis aquí recogida por Europa Press. Otra) la de Pérez
Tapias que, por previsible, me la toma a beneficio de inventario; aunque el
bueno de José Antonio sabe que no hay soluciones fáciles a problemas difíciles.
Sin embargo, y en discrepancia con Edu Madina, creo que hay
que poner dos líneas rojas a los pactos de gobierno (remarco lo de gobierno):
los basados en políticas austericidas o que conduzcan al austericidio en
diferido y los pactos con los nacionalismos de todo pelaje que anteponen lo
gregario a lo social y promocionan políticas de campanario (¡qué gran
oportunidad hay en el Pais Valencià para
dejar esto clarinete!). Este plan lo
entenderán bien aquellos que sostienen que “la realidad actual no se explica en términos de eje
derecha-izquierda”.
En las ocasiones en que los votos socialistas sean
necesarios para acabar con las políticas de superávits presupuestarios a costa de políticas
sociales, deberíamos a mi juicio, facilitar la investidura del candidato de la
lista correspondiente pero garantizar, al tiempo, su cumplimiento desde la
oposición. Esa situación se da en el Ayto de Madrid, por ejemplo. También se da
en Valencia, pero las expectativas de Calabuig serían difíciles de contardecir.
Allá él y quién se lo permite.
La oportunidad de
ocupar la centralidad (donde nos ha colocado en electorado) permite eso tan
recurrido de los pactos y acuerdos de geometría variable). Y es esa centralidad
la que nos permitirá no ser “el primer partido de la izquierda” sino, como dice Edu Madina, volver a ser el primer
partido de España.

Felicidades otra vez Pedro Sánchez. Pero no era eso en lo que habíamos quedado,
campeón.