Es posible que yo esté un poco harto de la política española. Pero de lo que estoy más harto es de los no paran de decirlo a todas horas, en cualquier ocasión y al menor descuido. De esos que creen, además, que ese discurso les hace mejores y más listos. De los que despotrican contra todos y contra todo lo que suene a partidos de amplia base.
Bien. De acuerdo. Sois los más inteligentes. Sois los que nos libráis de que España sea un país grasiento y casposo, lleno de políticos tontos de capirote y zafios hasta la indignidad. Sois esos a los que no se os puede engañar porque estáis al cabo de la calle. Y os habéis asociado –si puede decirse así- a Anonymus, para crear en España una cosita molona, hiperrmoderna, superideal, con careta veneciana y un poquito pija que llamáis Anonymus España. AE debe constituirse -¡qué menos!- en ese espacio de libertad que precisa el individuo en esta sociedad asfixiante; ese espacio que os permita reconoceros como lo que sois: los adalides de la libertad de expresión.
Para vosotros no es un verdadero problema que hayamos alcanzado el 20% de desempleo, que las cifras del paro juvenil rocen el 40%, que toda la generación del 80 se pierda, o se encuentre reponiendo género en grandes superficies y que la economía esté estancada desde hace tres años. No es problema los pirómanos se permiten dar consejos de cómo apagar el incendio. ¡Eso no son problemas!
El gran problema de España es la “ley Sinde” y lo demás literatura. Sois los que tenéis claro que la libertad se concreta en poder bajaros “gratis total” la 6ª temporada de Perdidos y lo último de Camela.
¿Cómo es posible que ZP y la Sinde se hayan atrevido a cuestionar el sagrado derecho que sólo a vosotros os asiste a distribuir lo que es ajeno? No se puede tolerar. Y habéis montado un follón de toma pan y moja. Un follón que se ha llevado por delante al pusilánime presidente de la Academia de Cine.
Y ahora resulta que la ley Sinde se aprueba en el senado con los votos de PSOE, PP y CiU. ¿Qué hacer ante tal afrenta de los representantes ciudadanos? Pues crear una página donde se reclama que no se vote a esos partidos y se opta-si se opta- por partidos distintos y que proclamen la obscenidad de Sinde y su ley.
Si uno echa cuentas se aflige al pensar que se está reclamando que no se vote a quienes reúnen más del 90% de los escaños del Senado y se opte –si se opta- por partidos minúsculos y defiendan lo que defiendan, pero… que no defiendan la ley Sinde. Así acabará el odiado bipartidismo.
Está claro que no os gusta cómo está el patio en este país. Ni a mí. Ni a nadie. Pero, muchachos, ahí afuera las cosas no están como para echar cohetes ni atan los perros con longanizas. Mirad Italia. Y no sólo Italia… (otro día entro en este tema)
Además con lo fácil que lo tenéis no sé porqué no osáis ir un poco más allá. Mirad en la ciudad de Valencia el número militantes del PSPV a duras penas alcanza dos mil personas; y los del PP unos diez mil. Si os ponéis al tajo eso lo reunís vosotros en un día a través de las redes sociales. Al grito de “contra Sinde, su ley y los partidos que la aprobaron” ¿quién duda que podéis ganar la alcaldía de la ciudad? Y a partir de ahí, el mundo
Así que participar es la palabra. Incluso con mascara veneciana.
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