La Fiscalía y la Abogacía del Estado presentarán, al Tribunal Supremo, alegaciones a la legalización de Sortu, basándose en informes elaborados por la Guardia Civil.
La noticia ha sido acogida por el PP y sus próximos con aparente alegría. Menos entusiasmo han mostrado los voceros oficiosos y los poderes mediáticos del ámbito pepero. Aunque lo esperaban también lo temían. Desde la aparición del nuevo partido independentista vasco, Rajoy , sus ministrables y todos los que ahora van en auxilio del que creen ganador de las próximas elecciones, insistían en dejar bien sentado que Sortu no podía ser legalizado y de la posible legalización hacían responsable directamente al Ministerio del Interior y a Rubalcaba.El TDT Party, su LD, intereconomía, esFede, Oreja y demás mártires de la ultracausa reconocían a regañadientes que no era una “mala noticia”. Aunque -¡por qué no aprovechar las frías aguas del Pisuerga!- barruntaban que tal paso estaba también pactado en alguna tarde aburrida durante su eterno encamamiento con “la ETA”. Quizá durante el cigarrito de después.
Rubalcaba hizo lo que se esperaba de él: encargar la redacción de informes que dieran posibilidad al pronunciamiento del Supremo. El recurso tiene una doble función: judicializar preventivamente la decisión y eludir la responsabilidad mediática de la legalización o ilegalización de Sortu. Le cabía otra alternativa pero… ¡a qué dar cuartos al ppregonero!
He leído los informes de la Guardia Civil. Y por más que lo leo no encuentro asideros donde el Supremo pueda agarrarse para ilegalizar a Sortu. Veamos:
Argumento 1.- “Sortu es la continuidad Batasuna”. Cierto. Puede ser la continuidad de Batasuna pero… ¡no es Batasuna! De la misma manera que el martes es la continuación del lunes pero no son el mismo día. Además parece esencial que sea la “continuidad de Batasuna por otros métodos.
Argumento 2.- “Sortu tiene dirigentes que lo fuero de Batasuna” ¿Y eso qué prueba? ¿A quién se le pide que cambie discurso, estrategia, filosofía y estatutos? ¡A Batasuna! No se le puede pedir que cambie y acusarles cde haberlo hecho y, además, de que debían cambiar los dirigentes. Que Ínigo Iruín sea protagonista y promotor de la nueva formación y de sus estatutos, son argumentos a favor y no un inconvenientes. ¿Qué dirían los tamborileros de extrema derecha y Mayor Oreja si los promotores fueran otros ¿quizá que presentaban dirigentes “tapados”, lo cual probaría la perversidad del proyecto? O sea, ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio.
Argumento 3.- “La renuncia a la violencia es una mera estratagema”. Pero era una condición sine qua non para la posible legalización. Si renuncian a la violencia “incluida la violencia de ETA a si la hubiere” decir que es una estratagema a posteriori es, además de un prejuicio de intenciones frente al que no hay manera de argumentar a contrario.
Argumento 4.- “ Batasuna les pagó el viaje de los promotores del nuevo partido a Madrid”. Argumento que tendrá mucho éxito entre los ultras y los hooligans habituales del PP pero que, esencialmente, es una idiotez.
Estos argumentos, que son los esencialmente esgrimidos en los informes de la Policía y la Guardia Civil, resultan lo suficientemente fútiles como para que al Supremo se le haga muy cuesta arriba un pronunciamiento en contra de la legalización. Quizá no haya más
Pero ya verán como los tamborileros de la derecha acusan a Rubalcaba y a toda la Policía de “no decir la verdad, de ocultar datos, de borrar huellas, de fabricar pruebas falsas”.
¿Les suena?
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