28 mar 2011

Valeriano tiene un plan

Apareció en la rueda de prensa tras el consejo de ministros.  Valeriano Gómez habló largo y tendido sobre el proyecto de ley de reforma de las pensiones que inicia el trámite parlamentario. Todo muy previsible.
Sin embargo al final se descolgó con un plan que pretende  hacer aflorar el empleo negro. http://www.publico.es/dinero/368141/habra-incentivos-para-aflorar-el-empleo-negro    El plan consiste básicamente en conceder el tiempo corto pero  suficiente para regularizar esas situaciones   de forma  razonable y amistosa. Pasado ese tiempo vendrían las sanciones a los remisos y renuentes.  Esa normalización debe redundar, según el ministro, en una mejora de las finanzas públicas y de las cotizaciones sociales.
¿En qué medida? ¿A cuánto equivale la economía informal en España?  El ministro no se atrevió a cuantificarla. Hizo bien, porque nadie parece conocer cuál es su tamaño real.
 FUNCAS la ha estimado en el 17% del PIB para el periodo 1998-2008. http://www.eleconomista.es/flash/noticias/2875459/03/11/Funcas-La-economia-sumergida-en-Espana-supone-entorno-al-17-del-PIB.html  . No es precisamente una broma porque supondrían  a día de hoy  cerca del 20%, a pesar de la reducción que supuso la crisis inmobiliaria. Y no depende de la marcha de la economía: parece existir en cualquier circunstancia.
 ¡Un 20 % de economía sumergida ¡  ¿Una bestialidad? Bueno, la media europea  sobrepasa el 15%; y otras estimaciones la cifran en el 18.  Y no somos el país  más fraudulento.  http://www.expansion.com/2010/01/22/economia-politica/1264163821.html?a=dd62d82647ab6ccb6b21daa044e7ee12&t=1301255613 .
Si el dato fuera cierto, aflorar esa informalidad debería disminuir el déficit en unos 5 puntos, que hoy anda por el 9%. A uno se le acaban de poner los dientes largos si se entera que, en términos de empleo, la cifra podría significar unos ¡cuatro millones de puestos de trabajo! http://www.publico.es/dinero/364331/funcas-cifra-en-cuatro-millones-los-empleos-no-declarados . Eso sí que sería un yacimiento de empleo y un alivio para un país tan ayuno de buenas noticias económicas.

Pero me temo que las cosas no son tan sencillas. Para nuestra desgracia una buena parte del empleo sumergido sólo sobrevive en las profundidades  y en la informalidad. El chapuzas sin licencia, el parado que complementa el subsidio, el jubilado que sigue en el tajo a días y por horas, y las correspondientes   facturas sin IVA  y pagos en mano.
 ¿Qué se puede hacer? Perseguir y reflotar.  Eso está bien y gozará de un amplio consenso y aplauso generalizado. Y yo me uno al coro. Pero en  el momento que se trate de explotar ese yacimiento  para hacerlo legal,  desaparece como actividad (des)económica. Mucho de lo que ahorraremos en llantos se nos irá en suspiros. Y otra posibilidad es bajar los impuestos, pero estaríamos vendiendo el coche para comprar carburante.
Hay un fraude fiscal clásico, químicamente puro, el que practica quien sabe, quiere y puede hacerlo.  El que se mueve como pez en el agua en la tergiversación de la maraña de normas, reformas, contrarreformas, excepciones, rebajas fiscales, deducciones autonómicas y locales, estímulos a la inversión, contratos incentivados,…    ¿Hay que aumentar las sanciones a estos profesionales del fraude?  Yo me uno al coro del sí, pero creo que es poco eficaz. Si los marrulleros saben dividir y el cociente entre fraude e inspección es altísimo, seguirán en el “negocio”.
La teoría dice que aumentar el número de inspectores es una medida adecuada. Será una medida eficaz. Pero… ¿será una medida eficiente? ¿Cuánto hemos de invertir  en  control para conseguir rebajar el fraude a la de los países fiscalmente civilizados? ¿O a la media europea?  Hagamos el intento, la ocasión lo merece.
Pero, antes, hagamos algo más sencillo: repasemos nuestro sistema fiscal, hagámoslo más sencillo, evitemos  sumideros legales e ilegales. Y hagámoslo más progresivo también. Por este camino podríamos ser igualmente eficaces y eficientes. Pero, sin duda seríamos más justos

1 comentario:

Unknown dijo...

Un lector (de los pocos)me hace notar que he omitido un sector "económico" sumergido. El sector delictivo... Mejor: el sector más propia y groseramente delictivo.
Es cierto, si se apura la interpretación. Pero no creo que Valeriano Gómez esté pensando en hacer aflorar este sector, Eso es más propio del ministrio del interior.