La decisión de abstenerse en el debate de investidura del presidente de Extremadura por parte de IU no debilita la posición del PSOE en el panorama electoral. Sólo confirma su extensa derrota.
Una pequeña acotación. El paisaje después de mayo es así. No es momento -¡nunca llega ese momento!- para hurgar en la herida sin embargo llama la atención que nadie haya asumido, de facto, responsabilidades en el ámbito federal. Tampoco quienes parecen más directamente concernidos: éste y, sobre todo, éste . Dejemos ese tema ahora.
Guillermo Fernández Vara dejará de ser presidente de Extremadura. Se va de una forma elegante: diciendo que sólo a él y los socialistas extremeños se debe endosar la derrota electoral. La pérdida de sesenta mil votos, a su juicio, se explica mejor desde los propios errores que desde las fobias ajenas. Tiene razón. Pero, hay más cosas que considerar.
Es legítimo que IU se abstenga para permitir el gobierno del PP. Sería deseable que la coalición hubiera consultado antes de las elecciones a sus bases y, una vez conocida la posición, dejarla clara ante el electorado. Sin embargo sus candidatos dijeron en campaña una cosa y han hecho justamente la contraria. Eso tiene un nombre muy feo pero, a pesar de todo, es legítimo. Su base electoral debe tener una opinión sobre el caso; y se conocerá antes o después.
Pero la legitimidad de su decisión no les debería eximir de explicar bien las razones. Hasta ahora no lo ha hecho. Y sólo ha quedado claro que tal decisión no deja tranquilos a los dirigentes y a otras organizaciones regionales . Sólo ha quedado clara esa cierta inmadurez de IU que hacen de ella una organización poco fiable desde el punto de vista ideológico, y confusa desde el punto de vista estratégico.
La Asamblea de Extremadura tiene una mayoría de izquierdas, pero IU permitirá que gobierne la derecha. Se dispone, con sus tres diputados, a conseguir que el PP haga la política de izquierdas que juzgó imposible con el PSOE. Las elecciones fueron, para IU, el tiempo de decir tonterías y ahora le ha llegado el momento de hacerlas.
¿Entrará IU en el gobierno? ¿Dará apoyo parlamentario al PP? Sólo esas dos alternativas pueden contemplar. Porque la otra… la de permitir un gobierno conservador para bloquear la acción de gobierno después, es una marca de la casa pero que la región no se puede permitir.
El PSOE extremeño hace bien en no entrar en la feria que se ha montado IU y PP. Debe dedicarse a hacer oposición. La única oposición que tiene el PP en Extremadura.
Hablamos dentro de cuatro años. O dentro de uno.
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