3 jul 2011

¡No se corte... el insulto ya se lo han cobrado!

Bankia decidió salir a bolsa ahora. Lo peor que hubiera podido pasar es que no se cubriera la oferta. Fuentes del banco indican que a día de hoy ya se ha colocado el 40% del tramo minorista e institucional. Es una buena noticia para el banco y para el país.
Sin embargo no es todo harina. La mohína está provoca por la  cartera de préstamos inmobiliarios de la entidad. Sí, esos 38.000 millones de euros que todavía conserva Bankia, (el banco bueno)  después de haberse liberado de los activos más tóxicos en la BFA (el banco malo). Al parecer un 17% de esos activos han comenzado a dar problemas.
Esa mohína aconsejó iniciar la cotización con un 54% de descuento sobre su valor en libros. Es una forma como otra de hacer frente a los temores que pudieran albergar los inversores o, dicho de otro modo, es la forma que tiene Bankia de reconocer que sus activos están un poquito perjudicados.
No es extraño. Bankia surge de la fusión de entidades, esencialmente Caja Madrid y Bancaja,  que estaban pésimamente gestionadas. Ciertamente unas más pésimamente que otras, porque lo de Bancaja sólo lo podía superar la CAM
La dirección actual de la cosa llamada Bankia  está encargada esencialmente a Rato, Olivas y Verdú. Tres ex políticos  que son –ahora-  enemigos acérrimos de la interferencia de la política en las Cajas.
Uno de ellos ha sido ministro de economía. Un discutido ministro de economía de Aznar. No acierto a entender por qué se discuten los méritos del ministro Rato después de haber sentado las bases de una crisis  inmobiliaria y financiera  de dimensiones monstruosas  y, además, fue un lamentable director del FMI que salió de najas un minuto antes de que lo echaran a patadas. Hasta ahora, nunca había sido gestor de banca. Afortunadamente.
El otro fue presidente de la Generalitat Valenciana y aprovechó su “interinidad” para colocarse en Bancaja y hacer gala inmediatamente de ser un lince de dimensiones regulares.
Todo ello no es óbice para que estos tres se hayan colocado un modesto sueldazo como éste   además de otras regalías. Como todo esto habrá que pagarlo ya han empezado a cambiar las condiciones de las tarjetas, las cuentas, los apuntes, los recibos domiciliados…
¿Estos tipos se merecen lo que ganan?  La pregunta produce melancólica resignación. Quizá se lo merezcan. Pero nosotros lo merecemos más, salvo  hagamos dos cosas:
Una,  que mañana nos vayamos a una oficina de Bankia y nos llevemos nuestro dinero otra parte.
Dos,  que mascullemos un insulto;  cuanto más grosero y sonoro mejor. Aunque debe saber que Rato,  Olivas y Verdú ya lo tienen descontado. Les va en el sueldo, pero… un poco siempre jode

No hay comentarios: