Tras la larga noche del 27 de octubre, la Cumbre de Bruselas
concluye
con una magnífica noticia para Grecia porque se le hace una quita del 50%de su deuda soberana. Malas noticias para las entidades
expuestas a esa deuda. Además la medida se
acompaña de un incremento del fondo de rescate a la insondable cantidad
de… ¡1 billón de euros!
Zapatero acudió a la cita con cierto mosqueo que Rajoy
se había encargado de publicitar. Sin embargo la deuda pública salió bien
parada del evento: nadie hizo mención de ella. Y es lógico. Una deuda de un 68% del PIB no es una hipoteca ni una pesada carga, a poco que las aguas vuelvan a
su cauce. Bien es cierto que ha crecido vertiginosamente (pero esa es otra historia) . Evidentemente hay que reducir la deuda pública y el gobierno de ZP se ha afanado en la tarea con
la pasión del converso. Inicialmente se ha propuesto reducir el déficit y…,
seamos justos, parece
haberlo ha conseguido. Por tanto, y como primera conclusión, el problema de Europa o, mejor, de
Francia y Alemania, no es la deuda pública española.
Sin embargo, la banca española salió estigmatizada de la Cumbre,
incluso se la tacha de ser la gran
perdedora. Cinco grandes bancos (Santander, BBVA, Bankia,
CaixaBank y Popular) precisarán más de 26.000 millones de euros para completar
el 9% de fondos de máxima calidad.
Para satisfacer a
Francia y Alemania, no alcanza con las cautelas que la regulación española
exigía desde siempre a los bancos, ni todas las medidas implementadas en estos últimos meses.
La cumbre pone dos condiciones más:
- En ese 9% no se pueden incluir nuestras específicas provisiones genéricas con las que presumimos (justamente) de prudencia en la gestión bancaria.
- Y se añade, además, un colchón para hacer frente a la caída del precio de la deuda soberana de los países en dificultades, lo que añade más leña al fuego sobre las necesidades de recapitalización.
¿Cómo es posible que los bancos españoles, con una
exposición a la deuda griega mucho menor que los de Alemania, Francia o el Reino
Unido, salga tan mal parados?
Mi opinión es que no sale tan mal parados. Cuando escribo
esto la cotización de los bancos en la bolsa no hace más que subir. Me da la
impresión que no se trata de castigar a la banca española sino que se trata de
una maniobra para proteger a los bancos alemanes y franceses.
¿Cómo es posible? La tenencia de deuda griega por parte de
los bancos españoles es realmente ridícula. La gran deuda de los bancos españoles es con Alemania, Francia
y el Reino Unido. Cualquier cosa que ponga en peligra la solvencia de la banca
española, pone en peligro a los bancos alemanes y franceses. Éstos contemplan
preocupados cómo tienen que cargar con la quita de griega. Su preocupación de
torna pánico si la banca española no pudiera devolver los préstamos.
De dónde puede procede el peligro para los bancos españoles,
de su exposición
a la deuda portuguesa. Y, desgraciadamente Portugal tiene mucha deuda
(basura) griega. Se completa así la demostración de la propiedad transitiva de
la deuda: Si debes a un moroso (Portugal) que es acreedor de un insolvente
(Grecia), tus fiadores (Alemania y Francia) sufrirán finalmente. ¿Cómo
resolverlo? Obligándote a no enajenar o poner en peligro tus valores seguros. Y a incrementarlos si fuera necesario.
Para captar
los 26.000 millones los bancos acudirán al mercado. Y eso tiene
consecuencias para los ciudadanos y las
empresas española. Si hasta el presente el crédito no fluía con facilidad, ahora
será peor: habrá menos dinero en circulación porque estará inmovilizado.
¿Cómo se puede incrementar el crédito? Incrementando la
confianza en que se devolverá lo prestado. ¿Y eso cómo se hace? Aumentando el
dinamismo económico. Pero, para
aumentarlo es imprescindible el crédito. Estoy en un bucle.
Si el FROB, con sus recursos, provee de lo necesario para completar
el fondo del 9% famoso, la deuda bancaria (privada) se convierte en deuda pública. Si no tiene recurso, el FROB emitirá deuda (aumenta la deuda
pública) o compite con los bancos para captar fondos en el mercado con anuncios
(increíbles) como éste.
Definitivamente estoy en un bucle. Pero, con todo pesar, una forma de escapar del bucle es incrementar la deuda pública. A continuación incrementar el crédito. Y finalmente cruzar los dedos para que todo vaya bien. De eso y de la necesidad de una banca pública hablamos otro día.
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