12 dic 2011

PSPV: A palabras huecas, oídos sordos


Me ahorraré  (y le ahorraré a quien pudiera leer esto) una introducción histórica a la situación del PSPV actual.  Si recordar es volver a vivir,  se entenderá que no esté uno en edad y con ánimo para volver a pasar ciertos tragos. Sólo diré que,  desde hace muchos, pero muchos,  años  -¡quizá desde antes de que Lerma dejara en manos de la derecha el gobierno de la Generalitat!-  los socialistas valencianos  parecen empeñados en hacer ensayos que acaban siempre en un error.  Aunque sólo fuera por el número de intentos, cabría esperar que uno-¡al menos uno!-   culminara con éxito; y entendiendo por éxito  lo que se quiera entender.  Pues no. Uno tras otro, todos los experimentos que  empiezan con el propósito de cambio (¡una palabra totémica!)  acaban inevitablemente  en  un fracaso que sólo antecede y  presagia uno mayor. 
Con Alarte  se ha rizado el rizo. Llegó, como todos sus predecesores,  prometiendo una catarsis. A día de hoy  ya ha tenido ocasión de empeorar dos veces los resultados. Y  la ha aprovechado largamente.  Más aún,  a poco que se obstine, tiene a su alcance el desastre,  si es que no lo ha alcanzado ya. En su descargo hay que decir que  no  le cabe toda la responsabilidad en las derrotas que ha liderado. Le ha tocado dirigir (¡o como se diga lo que ha hecho!) la federación valenciana del PSOE en  un tiempo de mucha  hostilidad para con el socialismo.  Pero tampoco debemos minimizar sus  méritos  porque su  PSPV ha sido derrotado de forma  tal que  ha cambiado el mapa electoral valenciano de manera sustantiva.

En el entorno del PSPV -¡y a su costa!-  han crecido  otras  opciones  que, a ojos de sus electores, se han convertido en verdaderas  opciones políticas  y no meras formas de castigar los dislates. La nueva situación  obligará a pensar en  estrategias y cultivar alianzas. Es posible que la actual dirección regional no esté en  -y  para-  estos  temas.  Sin embargo quienes deban sustituirla deberá  resolver estas cuestiones. Por lo que se adivina  hay tiempo para pensarlo  y, seguramente,  no es lo primero que haya de hacerse. Pero hay que hacerlo.
Ante  una derrota electoral es frecuente que surjan voces  pidiendo explicaciones. El tamaño de la que ha cosechado el PSPV hace inevitable  la exigencia de responsabilidades. El de Alaquás, blindado  en el flanco institucional durante cuatro años, intenta  buscar la estabilidad orgánica a través de un acuerdo con los lermitas. Que Ximo Puig, alcalde de Morella,  haya encabezado la lista  de las generales por Castellón  no es una casualidad. Ni lo es que  Santamaría haya sido desplazado por Such en la candidatura por Valencia. Después de 35 años J. Lerma, que ha estado al frente o detrás de todos los ensayos,  sigue condicionando la vida del PSPV.  Y a toda costa.
En este paisaje, y como siempre, aparecen  quienes aspiran a una nueva catarsis. Otra vez se  escucha  el eco de antiguas reclamaciones  “hay que cambiarlo todo”, “debemos renovar el partido”, “girar a la izquierda sin abandonar el centro  es la solución”, “es necesario ilusionar de nuevo al electorado”,  “hay que dar voz a los militantes”,  “elecciones primarias para todo”. Este tipo de afirmaciones, a base de repetirlas, se han convertido en lugares comunes,  sin sentido práctico alguno.

Quienes ahora abanderan la contestación son dos personas  que conozco (a uno más que otro)   a las que estimo y en las que confío: M. Mata y F. Romeu.   Sin embargo esta vez la cosa ha pasado de castaño oscuro y no basta con la confianza. Para empezar, no estoy seguro de que haya que cambiarlo todo. Y me ayudaría mucho saber   hacia dónde hay cambiar.
Estoy  seguro que ahora se necesita algo más que “renovar” el liderazgo. Nos equivocaremos si permitimos que alguien, sea quien sea, lo consiga  predicando  sólo la necesidad de que los  actuales dirigentes  se hagan el  haraquiri. Y nos equivocaremos si  apoyamos acríticamente a quien lo pretenda sin explicitar previamente su idea de país y sus planes para concretarla. Se requieren unos tediosos  “trámites previos”. 

Por ejemplo:
·         Un diagnóstico básico de la situación económica, social y  política del País Valencià. Un diagnóstico cabal que no sucumba a la tentación de acumular obviedades o tome por papanatas a los militantes y a los electores.
·         Las bases de un programa de gobierno y la estrategia de alianzas para concretarlo. ¿Qué papel se reserva el PSPV en esa estrategia? ¿Quién o quiénes deberán ser  sus aliados políticos y sociales?
·         El papel del PSPV en el seno del  PSOE  o, en su caso, como partido federado en el PSOE. Este trámite es el más urgente. Dentro de unos dos meses habrá un congreso federal. Sería más que deseable que los aspirantes a dirigir el PSPV tengan una idea acabada de  qué y cómo ha de ser el partido de los socialistas españoles y cómo se relaciona con el PSPV. Esto no es una cuestión de primarias o de amontonar palabras huecas. Es algo fundamental.

He buscado lo que Romeu y Mata dicen sobre estas cosas.  A día de hoy, no he encontrado nada  en M. Mata y, conociéndole, sé que no dejará de manifestarse si se le pide. Yo lo hago ahora y me atrevo  a reclamarle que  explicite sus posición  sobre estos temas o sobre aquellos otros que considere  deba manifestarse, superando la mera suma de ”buenas” voluntades  y frágiles adhesiones  inquebrantables
No sé lo que F. Romeu  ha dicho en su  peregrinar por las agrupaciones, comarcas y cenas de sobaquillo.  Sé lo que ha dicho en los mediosha escrito para afrontar este proceso y creo que, a los efectos que estamos tratando, es algo más trivial que insuficiente.  Y es muy insuficiente. Estoy seguro que él también lo cree.  Sería paradójico que nos sometiera al mismo ayuno ideológico en que nos ha tenido la dirección actual y que  con tanta razón  ha criticado. O, peor aún, que  nos instalara en  la ceremonia de la confusión. No sería la primera vez.
A  pesar de lo dicho, celebro que Mata y Romeu hayan  presentado su candidatura. Sé que otros y otras  no lo harán  porque sencillamente ya  no lo necesitan - sólo me permitiré este desahogo y… ¡ya me siento mejor!-   Ignoro si hay o habrá otros que tengan algo que decir y  aspiren a dirigir el PSPV. Por mi parte serían más que bienvenidos.  

Nota última.-  Y de última hora. Acabo de encontrar esta noticia. Después de leerla, sólo me obliga a rectificar lo obvio: Mata ha dicho algo. Espero que, a partir de ahora, diga algo interesante. Sobre el tema en cuestión, claro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando uno se siente libre de ataduras y compromisos que bien suele componer la música.
En mi opinión, estás en el mejor momento de expresar todo aquello que realmente sientes y de verdad que leo con atención y verdadero entusiasmo tu blog.
Tal vez sea el momento de buscar la plataforma adecuada para que esas opiniones lleguen a un número más grande de gente.
¡Ánimo!