13 may 2012

Desmontando el presupuesto de Mislata. Ingresos y un cuadro final (III)


 A los compromisos que libremente  adquiero se unen retos exógenos,  de tal manera que se me acumula el trabajo de forma inmisericorde. Toreando con otros compromisos más urgentes voy dando salida a la agenda como buenamente puedo.  Hoy debo cumplir con éste. Hablemos de “ingresos”. Pero hablemos cuando ya han transcurrido 6 meses, y ya se debe haber gastado la mitad de un presupuesto no nato.  Cada día que pasa la situación se agrava. Ignorar la realidad sólo contribuye a hacer más grande un problema.
 En esta ciudad hay un problema de gasto excesivo. Tan excesivo como poco eficiente. A lo largo de años el  gasto ha terminado por  encallar la institución.  Los presupuestos, durante años,   se han elaborado  sin  más criterio político que cumplir un pesado trámite obligado.   Lo que no fue óbice para los gastos corrientes  se pusieran al servicio de los intereses más casposos, grasientos y groseramente arbitrarios.  Y, para más inri,  para favorecer a empresas amigas  que a través de adjudicaciones discutibles  de dudosas  inversiones  que se  financiaban  a base de un endeudamiento creciente y peligroso.  Todo invita a pensar  que el objetivo no era satisfacer una necesidad de la población sino  que el  gasto se agotaba en el mismo hecho de gastar. Por ejemplo,  uno acaba convenciéndose  de  que los parkings no se construyeron  para descongestionar el tráfico y hacer una ciudad más amable sino para que una empresa obtuviera  bajo el protectorado político lo que era incapaz de obtener en  un mercado en deprimido  y extraordinariamente competitivo. Así se gestó un problema de gasto  que dejará de sentir sus efectos durante años, salvo que se tomen decisiones que rayan el traumatismo.
Pero ahora también hay un problema de ingresos. Y un problema muy serio que, además, que se explica esencialmente  por la crisis económica. Aunque sus efectos sobre los  impuestos directos  e indirectos que nutren la hacienda municipal se retrasan en comparación con el efecto inmediato sobre otros, atravesamos ahora el tiempo más crítico en ese sentido. El pronóstico de una minoración en los ingresos, si no se cambian las ordenanzas fiscales (¡y poco se han cambiado!) es una apuesta segura.

¿Qué cabe esperar en ingresos? 
  Echemos un vistazo a los impuestos “directos”
 La recaudación por la conocida “contribución”  (IBI)  experimentará una disminución debido a dos factores. Uno de ellos es la  (incomprensible) disminución  del tipo aplicable pata el ejercicio 2012. Ya sé que estaba acordada desde que el PP se vio superado por la contestación ciudadana al incremento del año 2008, sin embargo las circunstancias actuales debieran aconsejar una excepción al acuerdo ya que excepcionales son las circunstancias. Y el otro es el efecto de disuasión que sin duda ejercerá el momento económico; ello comporta que un número significativo de los ciudadanos obligados  tributar  verán  cómo su  recibos pasan a recaudación ejecutiva. Quizá el decremento no sea muy importante,  la prudencia aconseja tener lo en cuenta.
La recaudación por el impuesto de circulación, en la hipótesis más favorable, se debe mantener en sus  actuales niveles, a pesar del incremento del 10% de dos  tipos (tramos) de vehículos.  No cabe imaginar un incremento significativo del censo de vehículos (las cifras de ventas de los fabricantes son más que elocuentes) y, por otra parte,  la crisis -¡otra vez la crisis!- harán que sea más complicado mejorar los niveles de recaudación del impuesto...
Del impuesto de “plus valía” es mejor no hablar debido a que el mercado de compraventa de viviendas ha caído a niveles  ridículos.  Tampoco el IAE mejorará su comportamiento. Este impuesto era una fuente de recaudación  importante para la ciudad; la decisión del gobierno de eliminarlo para las actividades con facturación que no superara el millón de euros le sirvió a Aznar para hacer demagogia pero el efecto nunca se compensó con el incremento de la aportación del estado (¡y menos aquí, donde los sucesivos  gobiernos municipales del PP no se atrevieron a discutir con recursos el atropello!)
En fin si, haciendo un ejercicio de optimismo, podemos cifrar la recaudación en el año 2012, por impuestos directos en  unos  11 millones de euros.

El único impuesto indirecto  es el Impuesto por Obras (ICIO).  La crisis inmobiliaria dejará la recaudación por debajo de los 100.000 euros. Una cantidad realmente ridícula en comparación con los años en que las dificultades económicas se solventaban con cambios en el PGOU. Esos tiempos se han acabado, eran pan para hoy y… Ajustémonos a nuestra realidad y ¡no les echemos de menos!

Los ingresos por tasas son engañosos porque dejan poco margen de maniobra. Algunas de deben ser invertidas en el mantenimiento del servicio por el que se recaudan.  Y, aun así resultan muy insuficientes, debido a bonificaciones que se hacen a ciertos usuarios. Considérese si a los clubs de futbol,  los clubs de natación y  otros clubs deportivos se les cobrara exclusivamente el servicio que se les presta en el uso de instalaciones… Imaginen el peso sobre la economía del club. O mejor no lo imaginen, pero… sepan que lo pagamos todos. Ciertamente la implantación de  servicios  de prestación no obligatoria  puede incrementar la recaudación pero incrementa más (y, a veces,  mucho más) el gasto que lleva aparejado. Un plan de austeridad debería reconsiderar este tipo de generosidad.  En definitiva que la recaudación por tasas no sobrepasará los 3.000.000 de euros.

Los ingresos patrimoniales se complican por la cesión de activos a la empresa pública NEMASA. La decisión de alquilar a precios  las plazas de aparcamiento acudiendo a varias fórmulas, muchas de ellas -o todas- claramente subvencionadas es una medida seguramente equivocada desde el punto de vista de la hacienda municipal y que está por demostrar su utilidad social. Se espera con curiosidad que el equipo de gobierno o la propia NEMASA hagan  públicos sus  presupuestos y los datos de explotación Hay que desear, egoístamente, que la operación salga bien. Pero por los síntomas el pronóstico no puede ser favorable. 

Las transferencias del l estado se cifran los 7,5 millones de euros. Si se ve  mermada la recaudación  (que es más que probable) no se llegaría a tal cifra. Las transferencias  procedentes de la Comunidad y la Diputación están tan condicionadas que no dejan margen de maniobra desde el punto de vista presupuestario. Nunca superarán el millón de euros y con ello ha de atenderse de forma insuficiente  a diversos programas sociales absolutamente imprescindibles.

Un ingreso excepcional que incrementa el endeudamiento es el  derivado de la decisión del gobierno central para avalar préstamos con  la finalidad del pago de proveedores. Cómo es lógico incrementará los gastos financieros,  pero son perfectamente inútiles como inversión de futuro.

Un cuadrito-resumen final

Ingresos previstos
Gastos inevitables (una visión optimista)
Impuestos directos
 11.000.000
Personal
11.000.000
Impuestos indirectos
      100.000
Gastos corrientes
11.000.000
Tasas
   3.000.000
Intereses de la deuda
  1.100.000
I. patrimoniales
      900.000 (*)
Transferencias
  2.200.000
Transf. del Estado
  7.500.000
Inversiones
            0 (***)
Transf. GV y Dip.
  1.000.000
Devolución de la deuda
  1.340.000
Créditos excepc.
               …  (**)
Pago de facturas
        …
Total ingresos
23.000.000
Total gastos
26.640.000
(*) Hipótesis muy optimista       (**) El ingreso sea cual fuere debe utilizarse para abono de facturas pendientes. (***)  El programa municipal  socialista en lo se refiere a inversiones queda aplazado sine die

Así está la cosa… Llorar es inútil

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno Guillermo, no sé si debatirás algo del presupuesto en la agrupación socialista, creo que no y como es un asunto muy pero que muy interesante deberías plantearte la necesidad de ir dando cuerpo a un foro de debate. ANÍMATE COÑO