Hay frases desgraciadas y ZP, que se las conocía casi todas,
se atrevió a decir algunas de las más infames. La más célebre ( e
inexacta) es aquella de "bajar
impuestos es de izquierdas". Claro que,
si somos rigurosos, podríamos concluir que Zapatero no iba completamente
desorientado, pero se dejó en el camino
un par de adjetivos ("algunos" y "regresivos"). Resulta notable el éxito que suelen
tener las malas ideas. Hoy "bajar
impuestos" es una medida que se etiqueta mediáticamente de acertada, y
"subir impuestos" es la antesala poco menos que del despilfarro y la
corrupción. Notable e inexplicable éxito. Y más notable aun que sea mayor entre la
gente a la que más perjudica.
La fiscalidad debe
tener efectos redistributivos. Es un principio constitucional implícito, hijo
legítimo del principio de progresividad. Ciertamente, es la administración central
quien está en mejor disposición para hacer que se cumpla. Pero todas las
administraciones están en la obligación
de perseguir la misma finalidad. Para la izquierda es, además de un mandato
legal, un principio ideológico de primer orden.
Viene a cuento esta larga entrada por el hecho de que, en mi
ciudad, el Ayuntamiento quiere bajar
impuestos. Concretamente se habla de
bajar varios, lo que supondrá un ahorro superior a 700.000 euros. Entre los impuestos a bajar está el IBI,
la conocida "contribución". Y a mí me parece una muy mala idea,
además de una medida injusta.
Y es una mala idea, en principio, porque si el Ayuntamiento
está tan endeudado, como nos dicen a la
menor oportunidad, optar por una bajada en la recaudación es una idea propia de
quien asó la manteca.
Que sea, además, una
medida injusta se argumenta en el
resultado: quienes más bienes tengan y cuanto más valiosos sean más se ahorrarán. Patada a seguir en el
principio de progresividad que sale volando alto y lejos. La explicación de esto me obliga a ponerme un poquito plúmbeo y técnico (que nadie identifique técnico con
experto que, evidentemente, no es el caso).
Los impuestos pueden clasificarse. En aras de la brevedad
dos criterios me interesan. Uno es el
"sujeto". Según este criterio los impuestos son personales o reales. Impuestos personales gravan la riqueza
del sujeto en su conjunto, grava la riqueza toda. El IRPF es buen un ejemplo,
aunque con matices... Los impuestos
reales gravan separadamente las
cosas que posee el sujeto e independientemente de otras consideraciones
. El IBI es un impuesto real.
Casi siempre es deseable que los impuestos sean progresivos. El IRPF es un impuesto de este tipo porque no sólo paga más el que más renta tiene sino que el que tiene más paga mucho más
porque paga a tipos más altos. El IBI no es un impuesto progresivo. El tipo
es único e igual para un solar grande,
de mucho valor, que para uno pequeño; es
igual para una vivienda de lujo que para una modesta. El porcentaje sobre el
valor catastral es único y por lo tanto es el mismo cualquiera que sea el valor
catastral.
Ciertamente una persona de renta baja puede tener una vivienda valiosa, pero es mucho más probable
que su casa sea también modesta. Por esa
razón sería deseable que el IBI fuera progresivo, para ser mas redistributivo, pero no lo es. Debería serlo pero no lo es. ¡Quizá, podría mejorarse un poco la progresividad si se bonificase el
impuesto para ciertos casos. Quizá sí, pero
sólo un poco.
Pues lo dicho. En mi ciudad se pretende bajar el IBI. No sé
en qué medida. Y, además, no hay noticia
de bonificación alguna. Las pocas
noticias que me llegan cifran el descenso en unos pocos euros . EU habla de 3, 4 ó 5 euros
por vivienda. Si esa es la realidad, la medida parece bastante demagógica y espuria. Y aunque el ahorro para el contribuyente medio fuera
mayor, la medida parecería lo mismo, demagógica y espuria. La finalidad de la medida es buscar un efímero titular, a la sombra de una
mala idea que conseguirá,
como es costumbre, mayor respaldo
entre aquellos a los que más
perjudica.
Porque si no es esa la finalidad, le medida es irresponsable
y sobre todo perversa. Verán. En esta ciudad hay mucho suelo urbanizable (pero mucho,
mucho) y muchas viviendas vacías (pero muchas, muchas) en manos de poderosas empresas
constructoras que se resisten a ponerlas en el mercado bajando el precio. Esas
empresas se ahorrarán bastante más de 4 o 5 euros. Se ahorrarán mucho, pero
mucho, mucho. La medida favorece a los
poderosos claramente.
Digo que es
irresponsable porque en una tesorería llena de telarañas y deudas es una medida
delirante renunciar a ingresos. En un escenario de austeridad que a
todos iguala, se transfiere renta, vía
bajada de impuestos, desde las economías modestas a las más boyantes. Y eso es perverso. Eso es propio de un gobierno como el de Rajoy, de un gobierno de derecha.
Sería una buena cosa que la pretensión de bajar
el IBI ( y por lo visto otros impuestos) no se llevara a cabo . Sería una
medida juiciosa utilizar la recaudación,
a la que insensatamente se
renuncia , a incrementar la
redistribución fiscal vía gasto público: asfaltando una o dos calles, aumentando las becas o las ayudas a domicilio, los bonos transportes. Esa es una política
sensata. Y afinando un poco más, sería
también hasta de izquierdas
1 comentario:
Doncs no estaria gens malament que afinares la darrera paragrafada...
(Malauradament el problema de la 'contaminació política de les idees d'esquerra/es' arriba fins a la ideología i els valors: travestisme, oportunisme, demagogia, populisme i mímesi... han acabat allunyant, si més no, l'activitat política de les organitzacions partidàries -no sols, ni en el mateix grau, és cert- dels grans principis dels que formalment no s'abjura...
El gran principi de la redistribució de la riquesa (de tota mena de riquesa, en diria un comunista utòpic)sembla vell, ranci, s'arracona en la golfa de l'edifici humà, i després ens escandalitza coincidir amb el parany de la dreta. O no tant...
La partida, però, la perdem si només la juguem a curtes, i perdoneu-me la semblança... Altrament dit, les pilotades del frontó directament a la nostra cara...
El tema que planteges, Guillem, és d'alçada i, de segurs, d'obrir debat. Potser serà l'hora de repensar-se la ingent tasca del discurs preformatiu del 'Cercle pregonament roig'. El pensament en llibertat enllà de la 'diversa genètica'de nosaltres mateixos...
Sort, company en aquesta aventura!
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